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AFELMA y la Asociación Nacional de Instaladores de Sistemas de Aislamiento (ANDIMAI) han elaborado la “Guía de buenas Prácticas en Aislamiento Industrial” que ha sido publicada por la Dirección General de Industria, a través de la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (FENERCOM). Según el Director General “El texto que se presenta es una valiosa aportación del sector de las lanas minerales al sector industrial, permitiendo incrementar la eficiencia energética de los procesos en los que se adopten dichas medidas de aislamiento térmico y, consecuentemente, la competitividad de las empresas”.
Se estructura en cinco capítulos a través de los cuales se justifica la necesidad de aislar las instalaciones industriales; los diferentes materiales aislantes y los que se emplean para recubrimientos y accesorios; las técnicas de montaje de los aislamientos en diferentes equipos y componentes en las instalaciones industriales y, por último, algunos ejemplos prácticos. Se incluyen además cinco anexos destinados al cálculo de espesores, al repaso de conceptos básicos en el aislamiento térmico con numerosos ejemplos, un glosario y las normas de referencia.
Según el estudio ECOFYS de EiiF (Fundación Europea de Aislamiento Industrial), el potencial de ahorro en la Industria equivale a 15 plantas de generación de energía alimentadas por carbón (500 MW) o el consumo energético de 10 millones de viviendas. De esta manera, el potencial anual de reducción de emisiones de CO2 sería el equivalente a las emisiones de CO2 de 18 millones de coches. A nivel de toda Europa, aislar superficies a niveles rentables y reparar aislamientos estropeados en Instalaciones Industriales, implica una inversión inicial de unos 900 millones de euros. Esta inversión inicial ahorraría a la Industria unos 3,5 billones de euros cada año.
El mismo estudio concluye que, según las comprobaciones realizadas por expertos en plantas industriales, al menos un 10% de las instalaciones o no están aisladas, o lo están en malas condiciones. Además, el aislamiento aplicado habitualmente se basa en una decisión de inversión mínima, teniendo en cuenta sólo la temperatura superficial para evitar daños personales, las necesidades mínimas del proceso industrial o los promedios genéricos de pérdidas de calor.
El aislamiento en la industria se sustenta en cuatro razones:
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Ahorro energético. El objetivo es reducir la cantidad de energía necesaria para mantener el equilibrio del proceso y evitar el flujo de calor a través del material. Esto se consigue gracias a la instalación del aislamiento, reduciendo las pérdidas de calor. El aislamiento reduce las pérdidas energéticas, de tal modo que éstas pueden llegar a ser un 2-3%. Además, la optimización del aislamiento en la instalación inicial reducirá los costes de instalación y proporcionará ahorros energéticos máximos alargando el tiempo de vida de la instalación.
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Por Temperatura Superficial – Protección Personal. Si no existe aislamiento térmico suficiente, las temperaturas superficiales externas pueden ser elevadas y provocar lesiones y accidentes en las personas o producir efectos de combustión e incendio en materiales combustibles próximos a estas superficies.
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Por proceso. En todo proceso deben evitarse transferencias térmicas que creen disfuncionalidades en el propio proceso, por diferencias de temperaturas.
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Por impacto ambiental. El aislamiento disminuye la cantidad de energía necesaria y, por tanto, se reducen las emisiones de CO2. Además, en la industria el aislamiento acústico cobra mucha importancia, ya sea para proteger los oídos del personal que trabaja cerca o en las instalaciones y reducir el sonido ambiente en el entorno local, particularmente cuando está situado en áreas urbanas.
La Guía es aplicable a todas las instalaciones cuya temperatura sea superior a la temperatura ambiente y hasta 800° C, que son la gran mayoría de las instalaciones industriales.
Puede acceder a la Guía en formato electrónico en www.aislar.com o www.andimai.es o através del siguiente enlace
Fuente: AFELMA
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