La Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (AFELMA), acaba de recopilar los resultados de los más de 1.400 cuestionarios del Test del Aislamiento, que los usuarios han cumplimentando a través de su web en www.aislar.com
Los datos ponen de manifiesto el desconocimiento de los usuarios sobre el aislamiento en la edificación y sus propiedades y su influencia en la calidad de vida; así como confusión en relación con la normativa. En consecuencia, se evidencia la necesidad de mejorar la información y la formación de los ciudadanos y profesionales como instrumentos para aumentar la sensibilización de los mismos.
Lo primero que llama la atención, es la percepción sobre la regulación de los que responden el test, mostrando una confusión importante, sobre todo respecto a las normas térmicas, en relación con las que un 62% aciertan al creer que las normas térmicas de los edificios españoles no son equiparables a las de otros países europeos, quedando un amplio 38% que desconoce esta realidad.
El porcentaje de aciertos es, sin embargo, muy elevado con las normas acústicas, ya que un 91% creen son peores que las de otros países de la UE, lo que deja el desconocimiento sobre esta desigualdad en un 9%.
Hasta un 72% desconoce que las Euroclases, la nueva clasificación europea de los materiales según su reacción al fuego, cataloga a los mismos atendiendo a su grado de combustibilidad, generación de humos y producción de gotas.
La confusión se extiende a la regulación en el ámbito nacional. El 79% de las respuestas consideran que las comunidades autónomas tienen distintas exigencias en materia térmica y el 81% lo creen en relación con la acústica, quedando en ambos capítulos un porcentaje próximo al 20% que entiende que las normas de las autonomías son todas iguales.
En el bloque de las propiedades de los aislantes, las respuestas están más diversificadas.
Por ejemplo, la desinformación alcanza al 56% de los usuarios que cree que la función del aislamiento en la edificación es exclusivamente la mejora de las condiciones térmicas del edificio.
A esta confusión hay que añadir otra con un porcentaje del 68% de las respuestas, que afirman que todos los materiales aislantes tienen un comportamiento homogéneo en sus prestaciones, no diferenciando entre materiales de producción industrial, que pueden garantizar unas prestaciones homogéneas porque están sometidos a procesos de verificación industrial de su calidad mediante métodos y sistemas aprobados a nivel de la UE y los aislantes de producción o elaboración "in situ", que por ser cuasi-artesanales, pueden variar sus prestaciones, según las circunstancias en las que se aplican, diferencia de homogeneidad en el espesor o dependencia y calidad de la mano de obra, etc.
El desconocimiento provoca también que un 68% considere sinónimos los términos incombustible e ignífugo.
Sin embargo, en el 74% de las ocasiones, los participantes aciertan al considerar el aislamiento como el sistema que a lo largo de su vida resulta más eficiente para reducir el consumo de energía en los edificios y evitar la emisión de CO2.
También acierta la mayoría (65%) cuando señala que el aislamiento no contribuye a aumentar la temperatura de los edificios en verano.
En cuanto al uso de los materiales, el conocimiento es mayor que el que presentan otros capítulos. Prueba de ello es que el 59% y 62% de los usuarios aciertan al señalar que no se necesita una cámara de aire para mejor las condiciones térmicas o acústicas respectivamente.
También acierta el 77% de los usuarios que creen que el aislamiento acústico de las fachadas no depende exclusivamente de la calidad acústica de las ventanas.
Finalmente, desde una perspectiva general, es alarmante la idea del 67% de los usuarios de que la producción de energía mediante sistemas renovables (eólica, solar, etc.) ya no hace necesario tener tanta preocupación por la eficiencia energética en los hogares.
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