ASCER, en representación de la industria española de azulejos y pavimentos cerámicos, expresa su rotundo rechazo y gran preocupación por el Proyecto de Ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética, que el Consejo de Ministros ha aprobado remitir a las Cortes Generales para su tramitación parlamentaria. Este Proyecto recoge una tasa que gravará el consumo de gas natural y que supondrá, como se ha venido advirtiendo en las últimas semanas, un duro golpe a la competitividad y, consecuentemente, a la actividad industrial azulejera.

Este impuesto ataca directamente a la línea de flotación del sector que, de aprobarse finalmente en la tramitación parlamentaria, supondrá, en el nivel de consumo actual, un coste adicional de 30 millones de €, abocando a las empresas a pérdidas, y con la consecuente destrucción de empleo y cierre de empresas. Este efecto demoledor no será fruto de las condiciones del mercado o de la capacidad competitiva de la industria, sino de una medida arbitraria de la administración que recae en la industria española.

Estas medidas complicarán aún más la difícil situación que atraviesa el sector y comportarán una pérdida de competitividad insalvable frente a otros países productores, poniendo en cuestión la viabilidad y posibles inversiones futuras de la industria. El 70 por ciento de las ventas se dirigen hoy a la exportación, y ese alto coste adicional, intransferible a nuestros precios, nos situará fuera de mercado.

ASCER espera renovar el apoyo de las instituciones públicas para evitar la imposición de la tasa a la industria azulejera en la tramitación parlamentaria, y confía en la labor del Parlamento para realizar las adecuadas enmiendas al Proyecto de Ley.

El sector no entiende que el Gobierno, que en numerosas ocasiones ha reconocido el papel de la industria exportadora como palanca sobre la que apoyar la recuperación económica de España, tome una medida de importancia tan radical sin haber realizado una evaluación pormenorizada, con la participación de los sectores industriales concernidos, de las consecuencias económicas que conllevan.

El gas que la industria española consume para su producción no guarda relación alguna con déficit tarifario, y por ello no debe ser instrumentalizado para ése fin. Utilizar al gas natural como solución recaudatoria traslada una carga insoportable a la actividad exportadora azulejera.

Por otro lado, las instalaciones de cogeneración de alta eficiencia, fuente de competitividad de la industria azulejera, tendrán que soportar doblemente la carga de esta reforma: la tasa al gas por consumir gas natural y una tasa por generar electricidad.

En los últimos tiempos, la rentabilidad de las plantas de cogeneración se ha visto mermada fundamentalmente por el aumento del coste del gas natural, lo que unido a la difícil situación coyuntural actual ha provocado el paro de diversas instalaciones de cogeneración del sector. La doble imposición que propone el Gobierno en la Propuesta de Ley, sólo ayudará a acelerar el cierre de estas instalaciones.

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