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La valorización energética es una de las grandes apuestas del sector cementero español. Esta práctica, que consiste en la sustitución de combustibles fósiles por combustibles alternativos, cobra cada vez mayor importancia en nuestro país. El sector cementero español, utilizó durante 2005 cerca de 256.000 toneladas de residuos como combustibles alternativos, lo que supone en torno al 5% de sustitución.
La recuperación de estos recursos combustibles facilitó en 2005 un ahorro de recursos energéticos no renovables equivalente a 140.000 toneladas de petróleo, y su correspondiente transporte en España, país muy deficitario en energía. Además, permite la disminución global de emisiones, en particular las de CO2, gracias a la sustitución de combustibles fósiles por materiales que hubieran sido incinerados o hubieran fermentado en vertederos. La utilización de combustibles alternativos, no sólo supone un ahorro de combustibles fósiles no renovables, como el carbón y el petróleo, y la disminución global de emisiones, sino que además resulta una alternativa medioabientalmente correcta, económica, flexible y segura a la gestión de residuos.
Pedro Mora, director de tecnología y medio ambiente de Oficemen, organismo asociado en CEPCO, explica que “la valorización energética de residuos se lleva a cabo con todas las garantías, cumpliendo la legislación vigente en la UE, la más exigente del mundo, ya que los combustibles alternativos provienen de gestores autorizados y sólo son aceptados tras un riguroso control tanto de su composición como de su aptitud para ser valorizados en la planta cementera”.
Esta práctica ha registrado un ligero aumento en los últimos años en nuestro país gracias, entre otras cosas, a una mayor concienciación en la correcta gestión de residuos y en el cumplimento de la jerarquía recogida en las directivas europeas por parte de las comunidades autónomas, y una mayor información ciudadana.
Además, en 2004 se firmó el Acuerdo para la Valorización energética de residuos en la Industria del Cemento, acuerdo suscrito entre Oficemen y las direcciones sectoriales FECOMA-CCOO y MCA-UGT.(Clic aquí para ver el acuerdo)
Sin embargo, aún queda mucho por avanzar en este ámbito, ya que el sector se encuentra a la cola de Europa en utilización de residuos como combustibles alternativos, mientras que países como Holanda y Suiza, cuentan con unos niveles de sustitución de combustibles tradicionales muy elevados, 83% y 50%, respectivamente. En Europa, aproximadamente el 70% de las fábricas de clínker emplean combustibles alternativos, con un consumo total equivalente a 3,5 millones de toneladas de carbón.
De las 38 fábricas de cemento que hay en España, tan sólo 19 llevan a cabo esta práctica medioambiental, cuyo desarrollo en nuestro país depende en gran medida del apoyo de las administraciones públicas. En la actualidad, existen una serie de factores ajenos al sector cementero español que dificultan el incremento de la utilización de combustibles alternativos, si bien la política de desarrollo sostenible del sector cementero contempla la colaboración con las administraciones públicas para el desarrollo de esta práctica medioambiental España.
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