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No tiene sentido gastar más dinero público en climatizar centros escolares cuando aún no se ha abordado el principal reto a nivel de confort de los edificios: la rehabilitación energética. Este es el mensaje rotundo que lanza la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (AFELMA) en el contexto de unas elecciones municipales en las que numerosos candidatos de diferentes ciudades y signos políticos han prometido invertir en climatización como respuesta ante las temperaturas extremas que se están sufriendo en fechas cada vez más tempranas del año. Sin embargo, en un momento en el que la energía es cada vez más cara, y ante la emergencia climática, AFELMA considera contraproducente adoptar estas medidas sin antes haber solucionado el problema de raíz.
Los datos con los que cuenta AFELMA lo avalan: un edificio rehabilitado con materiales que permitan el aislamiento óptimo en fachada y cubierta, como es el caso de las lanas de vidrio o las lanas de roca, ahorra hasta el 70% en calefacción en Madrid, el 74% en Barcelona o el 78% en Valencia. Incluso en climas más fríos, como Burgos, el ahorro alcanza el 67%. Y en cuanto a la demanda de refrigeración en verano, se pueden obtener ahorros cercanos al 50%.
Comenta el presidente de AFELMA, Miguel Ángel Gallardo, “Nos parece increíble que, a pesar de nuestra insistencia en la necesidad de dar respuesta al reto de la rehabilitación, y en el contexto de la llegada de los Fondos Next Generation, la solución propuesta por lo políticos sigue siendo gastar más en energía, con el coste inevitable que esto va a suponer para el bolsillo del contribuyente, y sin crear condiciones más saludables o de mayor confort en los centros escolares. Con una rehabilitación adecuada, la inversión se amortiza en muy poco tiempo, y apenas es necesario incorporar nuevas instalaciones energéticas para mantener el confort de los alumnos y profesores”.
Según datos de AFELMA, el periodo de amortización de las obras de rehabilitación de un edificio, teniendo en cuenta la resultante reducción de la demanda energética y la disponibilidad de subvenciones, va de 1 año en el caso de Madrid o Barcelona hasta 5 años en una ciudad como Málaga, donde el principal ahorro obtenido será por la menor necesidad de refrigeración en los meses de calor.
Las soluciones de rehabilitación propuestas por AFELMA para optimizar el ahorro energético de los edificios incluyen medidas como sistemas de aislamiento exterior con fachada ventilada o SATE en las fachadas principales, la instalación de lana mineral por insuflado en las cámaras de aire de las fachadas, mejoras de aislamiento en las cubiertas y sistemas de trasdosados de placa y yeso.
Con estas medidas, además del ahorro energético que suponen, se obtienen también mejoras importantes en el confort del edificio, que se fundamenta en la sensación que generan las paredes frías en invierno y las calientes en verano. Gracias a la rehabilitación con lanas minerales, en el caso concreto de Madrid, la falta de confort medida en grados hora se reduce de 10,4 grados antes de la reforma a 1,8 grados una vez ejecutada la reforma. En definitiva, se trataría de un avance importante y que además se revierte en menores costes energéticos y mayor comodidad para profesores y alumnos.
Igual de importante, en especial para los centros educativos, es la necesidad de mejorar el aislamiento y acondicionamiento acústico de los mismos, una medida que se traduce directamente en el rendimiento de los alumnos. La rehabilitación energética con los materiales adecuados puede conseguir corregir tanto las deficiencias térmicas como las acústicas.
Fuente: AFELMA
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