|
La Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (AFELMA) y la Asociación Técnica y Empresarial del Yeso (ATEDY) han hecho un llamamiento a las autoridades nacionales y autonómicas para que tomen medidas urgentes para abordar el reto del aislamiento acústico de las viviendas en España. Dentro del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que corresponde a la transición verde, se han asignado más de 6.330 millones de euros (el 7,9% del total) a la renovación del parque edificado. Sin embargo, el actual Código Técnico (Documento básico de protección frente al ruido DB-HR), que data de 2009, no exige mejoras en materia de aislamiento acústico a la hora de rehabilitar una vivienda. Es más: de la forma en la que actualmente está redactada la normativa, un rehabilitador podría reducir el nivel de aislamiento contra el ruido si de esta forma se mejorase la protección contra el frío y el calor, obviando de este modo una de las principales asignaturas pendientes para el parque edificado en nuestro país.
Según datos de 2020 del INE, un 21,9% de personas declaraba problemas de ruidos producidos por vecinos o del exterior, o lo que es lo mismo: 10.369.650 personas en España. Sin embargo, las normas sobre acústica en nuestro país son de las más laxas en Europa. Y más allá de las mejoras en el Código Técnico, -que son muy necesarias-, existen también medidas que pueden tomarse a nivel autonómico o local para fomentar que cuando se haga una reforma en una vivienda también se mejore el aislamiento frente al ruido, utilizando para este fin soluciones constructivas adecuadas. Entre las propuestas que formulan las dos asociaciones están:
-
Situar el estándar de aislamiento acústico a ruido aéreo en un mínimo de 54 dBA entre cualquier recinto de una unidad de uso diferente, actualmente se encuentra en 50 dBA, lo que colocaría a España al mismo nivel de países como Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia o Noruega, que ya exigen ese nivel de protección frente al ruido o superior
-
Condicionar la entrega de la cédula de habitabilidad a la comprobación previa del cumplimiento de la normativa acústica por medio de mediciones in situ
-
Facilitar al usuario las herramientas informativas que le permitan elegir, con conocimiento de causa, las condiciones de habitabilidad de la vivienda en la que va a vivir o desarrollar su trabajo, señalando no sólo las características de ahorro energético o de protección contra el fuego sino también las medidas que se hayan adoptado para aislar la vivienda frente al ruido
-
Fomentar el compromiso de los profesionales para que utilicen soluciones constructivas con altas prestaciones acústicas, que mejoren las prestaciones de aislamiento acústico para aportar mayor confort a las viviendas
-
Establecer que toda actuación de rehabilitación tiene que mejorar la vivienda en su conjunto y guiarse por el criterio de no empeoramiento de las condiciones acústicas
El secretario general de ATEDY, Yago Masso, ha comentado, “La contaminación acústica tiene un impacto importante y cuantificable en la salud, provocando hipertensión arterial, angina de pecho o incluso el infarto agudo de miocardio. Según la Organización Mundial de la Salud, el exceso de ruido interfiere con las actividades diarias en el hogar, el trabajo y la escuela, reduciendo el rendimiento y provocando cambios de carácter y, además, advierte de que puede causar trastornos del sueño, efectos cardiovasculares y también psicológicos y fisiológicos. Es, por tanto, fundamental que no se desaproveche la oportunidad que presentan las ayudas europeas a la rehabilitación para mejorar en este capítulo, porque si no, tendremos que esperar mucho tiempo para volver a tener una oportunidad como esta”.
Por su parte, la secretaria general de Afelma, Mónica Herranz, ha afirmado, “en un estudio reciente realizado por AFELMA y ATEDY a una muestra de 1.000 ciudadanos de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Pamplona, el 26.3% de los encuestados identificó el ruido como el aspecto más preocupante en materia de calidad de vida en su vivienda. Sin embargo, actualmente en la mayoría de las CCAA, los promotores y rehabilitadores no cuentan con ningún incentivo para garantizar el aislamiento adecuado frente al ruido. Responder a este reto es fundamental porque ya se ha abierto el plazo para solicitar subvenciones para la rehabilitación y si no se actúa rápido se perderá una oportunidad única en nuestras vidas para dejar de ser uno de los países que más padece el ruido en nuestras viviendas”.
A la hora de solucionar los problemas de acústica de las viviendas, las alternativas varían en función de si se trata de obra nueva o un proyecto de rehabilitación. En obra nueva las mejoras se pueden realizar eficazmente en proyecto, sin que supongan un coste adicional, diseñando buenas soluciones y ejecutándolas correctamente para eliminar puentes acústicos que llevarían al traste los esfuerzos realizados y condenarían al usuario a sufrir molestias de los vecinos o ruidos procedentes del exterior. En el caso de edificios existentes, la mayoría presentan deficiencias acústicas y la única solución posible sería la de rehabilitar el edificio cuyo coste es muy superior al coste de aislar dicho edificio en el momento de su construcción. Es por este motivo, que AFELMA y ATEDY apuestan por abordar esta problemática desde ya, porque de lo que se haga ahora dependerá el gasto futuro para acercar los niveles de habitabilidad a los de nuestros vecinos europeos.
|