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La producción de hormigón preparado cayó en 990.000 metros cúbicos en el primer trimestre de 2020, lo que representa una bajada del 15,5% con respecto al mismo periodo del año pasado. Se trata del primer trimestre con impacto de la Covid-19, especialmente durante el mes de marzo, cuando se decretó el Estado de Alarma. Del 14 al 31 de marzo, la producción de hormigón se vio afectada fuertemente por la situación de incertidumbre, desinformación y carencia de medios de protección que impidieron el desarrollo normal de la actividad, pese a los esfuerzos realizados por la industria para que ésta no parara. Esta caída ha sido aún mayor que la registrada en el consumo de cemento, que alcanzó el 13% durante el primer trimestre y que en marzo fue del 28,3%, según datos aportados por Oficemen.
Hay que destacar que ya se venía produciendo una ralentización en el crecimiento de la producción de hormigón en los últimos cuatro trimestres, que se ha agravado, como ya se preveía, por el impacto de la pandemia. Además, si se compara con el primer trimestre de 2019, la diferencia es aún mayor, pues fue un trimestre excepcionalmente alto en producción, en concreto, el más elevado desde 2011.
Con un segundo trimestre probablemente más negativo, debido a la paralización de la actividad en abril, la evolución anual en la producción de hormigón sufrirá una bajada de alrededor del 20%, situando la producción anual en unos 20 millones de metros cúbicos. Una caída que podría ser aún más grave, si atendemos a los resultados recogidos en el primer barómetro realizado por Anefhop, quedando las producciones en 17 millones de metros cúbicos, a la altura de los años más bajos de producción de la serie de los últimos 20 años.
La licitación quedó igualmente paralizada y en los meses de marzo y abril bajó drásticamente. Es cierto que en el mes de mayo se ha producido un repunte, pero viendo la serie mensual se aprecia como no compensa la bajada anterior. Si comparamos los periodos de enero a mayo de 2019 y 2020, en este último año la licitación es un 59% de la licitación de 2019.
A nivel regional, se ha de subrayar que las mayores caídas de producción de hormigón en porcentaje se encuentran precisamente en las regiones con más peso en el total nacional. Así, Andalucía es la zona que más cae (27%), seguida de Cataluña (21%) y Madrid (23%). Hay siete áreas que no acusan el efecto del Estado de Alarma y consiguen crecer respecto al año anterior, mientras el resto de las zonas presentan descensos abruptos entre el 10% y 15%.
¿Qué se puede esperar para el resto de 2020?
En estos momentos, la situación apunta a que habrá mercados que, por su nivel de obra, conseguirán recuperar parte de lo perdido. Para ello, se necesita que agosto, tradicionalmente un mes de baja producción, sea atípicamente alto para que se pueda recuperar parte de lo perdido en el mes de abril.
Por otro lado, en el barómetro ya se marcaba de forma clara que las nuevas contrataciones habían bajado hasta niveles próximos a cero. Eso quiere decir que, o bien se anima la contratación en los meses de junio a septiembre, o se confirmará un fuerte parón en el último trimestre del año. Sobre esto no hay consenso aún y hay algunos empresarios que piensan que hay tiempo para remontar las cifras actuales, mientras que otros ya piensan en las labores a realizar durante el descenso de las producciones.
Vivimos un momento con trabajo en la mayoría de las zonas, pero hay gran incertidumbre sobre el final de año, que se tendrá que ir despejando con el paso de los días. Si llegasen los fondos europeos y el año turístico se pudiera salvar mejor de lo esperado, mejoraría la expectativa de los inversores privados y la situación sería notablemente más favorable.
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