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La Operación Asfalto requiere, tan solo en la ciudad de Madrid, 9,3 millones de euros para rehabilitar más de cien calles debido al mal estado de las mismas. Esta actuación, que afecta a más de medio millón de metros cuadrados de la capital, se verá incrementada el próximo año debido al elevado número de calles que presentan necesidades de mejora por su mal estado. Según Carlos Peraita, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado (ANEFHOP), “esta inversión podría verse reducida con el uso de hormigón en la construcción de pavimentos, ya que son más duraderos que los firmes asfálticos”.
Por ello, desde ANEFHOP defienden los siguientes aspectos para el uso del hormigón en la construcción de pavimentos:
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Mayor durabilidad. Aunque su coste inicial sea más elevado, los pavimentos de hormigón tienen una vida útil de 45 años, frente a los 15 que tienen los de asfalto, debido a su alta resistencia tanto a impactos como al desgaste, convirtiéndolos en una opción más rentable a largo plazo.
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Menor mantenimiento. Según un estudio del sector cementero, una mayor construcción en hormigón tanto en el ámbito de las carreteras como del ferrocarril permitirá en 2022 un ahorro anual de más de 43 millones de euros, como consecuencia de un menor mantenimiento y conservación de las vías construidas en hormigón o rehabilitadas con dicho material.
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Aumento de la seguridad vial. En la construcción de carreteras, el hormigón es aplicado, tanto en la capa base como en capa de rodadura por la que circulan los vehículos, haciendo que la estructura sea más resistente y sufra un menor desgaste. Esto supone grandes beneficios en términos de seguridad vial, ya que se reduce el riesgo de aquaplaning al no producirse acumulaciones de agua en la vía, lo que podría reducir el riesgo de siniestralidad en carreteras.
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Beneficios para el medio ambiente. Además de la consiguiente disminución de emisiones de CO2 por un menor mantenimiento, los pavimentos de hormigón tienen un mayor nivel de reflectancia que los asfálticos. Esto hace que se reduzcan las temperaturas de las ciudades y las islas de calor en entornos urbanos, requiriendo un menor consumo energético.
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Desarrollo local. El hormigón es un material fresco, compuesto por agua, cemento y áridos, que se realiza en las proximidades de cada obra a diferencia de los componentes asfalticos de importación. De este modo, con la construcción en hormigón, se favorece el desarrollo económico de las localidades cercanas a la obra.
“Prueba de todos estos beneficios, es la gran aceptación en países como Gran Bretaña, Bélgica, Italia u Holanda donde es habitual encontrar numerosos kilómetros de carreteras de hormigón y que esperamos que en un futuro también lo sea en España”, señala Carlos Peraita.
Fuente: ANEFHOP
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